Tercer artículo de 2.025 y tercer resumen de otra de mis líneas de negocio.
Una vez repasado el blog en 2024 en el primer artículo y mi ecommerce Yo pongo el hielo en el segundo, hoy voy a explicar el marketing de mi negocio personal.
No voy a hablar de cifras de negocio en este post. Y no porque no quiera hablar de ellas. Al revés.
Al escribirlo he visto que la longitud y densidad era más alta de lo que me gusta, así que la parte de cifras la reservo para el de la semana que viene.
Y en este me centro exclusivamente en las acciones de marketing. Así puedo explayarme a gusto.
Índice de contenidos
Contexto
Para que entiendas todo mejor, lo primero es ponerte en situación:
Aunque llevo realizando trabajos como consultorías de ecommmerce, de SEO, páginas webs o impartiendo formación desde hace muchísimo tiempo, estos proyectos siempre han sido algo secundario.
Desde que empecé a currar, aparte de estos trabajos puntuales, en cada etapa he tenido un proyecto fijo, que es en el que me centraba y con lo que me ganaba la vida. Si me llevas leyendo tiempo conocerás la mayoría: Tiendanimal, Lowi, MásMóvil, Coonic y algunos más por cuenta ajena. Y después Yo pongo el hielo por cuenta propia.
Los trabajos paralelos eran algo que me aportaba un plus de ingresos, pero con lo que no contaba a la hora de realizar mi planificación financiera. No movían la aguja lo suficiente.
También llegaban solos. Nunca tuve que buscar ninguno. Y probablemente por eso no me tomaba en serio esta vía de ingresos.
O porque estaba muy cómodo en esa situación, que también puede ser.
El caso es que llegó 2.023.
Y como cada año nuevo, me puse a pensar en lo que estaba haciendo con mi vida y en lo que me gustaría hacer a continuación.
Ese año, además, cumplía 40 tacos. Y, por lo simbólico de la fecha, le di más vueltas de las habituales al asunto.
En ese momento empecé a planificar la transición de mis líneas de ingresos.
Una transición que implicaba dejar de tener un proyecto principal más otros puntuales para equilibrar la balanza y pasar a gestionar más proyectos importantes simultáneamente.
Eso requería, principalmente, ponerme las pilas en tres cuestiones:
- Conseguir más clientes de consultoría y formación.
- Crear y vender más formaciones online.
- Darme más a conocer, el medio para alcanzar las dos anteriores.
Así que a principios de año me senté muchas más horas de las recomendables delante del PC y acabé la formación online sobre cómo montar un ecommerce que llevaba creando desde hacía tres meses.
A finales de enero comencé a venderla con el email diario a los pocos suscriptores de mi lista. Y a mi público en LinkedIn, que no estaba mal.
A continuación, fui lanzando más formaciones.
Asistiendo a más eventos.
Y llegaron más clientes.
Viendo que la cosa marchaba, en 2.024 he continuado por el mismo camino: seguir diversificando proyectos y vías de ingresos. Más reafirmado en el propósito, si cabe.
Los resultados te los cuento la semana que viene. De momento, te dejo con las acciones que he llevado a cabo para alcanzarlos.
Los canales que he utilizado en 2.024 en mi negocio personal
Te avanzo que mi “plan de marketing” –por llamarlo de alguna forma- es bastante particular y diferente a cualquier otro negocio.
Pero eso quiere decir dos cosas:
- Que seguro que no lo podrás replicar tal cual en tu caso.
- Y que seguro que cogerás alguna idea sí podrás replicar en tu negocio.
Por otro lado, verás que, prácticamente todas las acciones no tienen coste en dinero, pero sí en tiempo.
Por eso, si no tienes tiempo y necesitas resultados, esto no te va a valer. Mejor piensa en publi.
Sin embargo, si prefieres invertir tiempo, es probable que tomes unas cuantas notas.
Un apunte más: no discrimino entre clientes de formación o consultoría, ya que en mi caso es algo muy ambiguo y muchas veces se mezclan (el combo de consultoría primero, más mentoría después, es bastante frecuente).
Lo que te quiero decir es que utilizo los mismos canales y acciones para captar clientes para ambos servicios, no unos para formación y otros para servicios. Los mismos para todo.
Y son los siguientes.
Email diario
Aunque en 2.023 empecé con muchas ganas escribiendo de lunes a viernes y estuve la mayor parte del año con esa frecuencia, analizando los resultados vi que los viernes la tasa de apertura era mucho menor. Lo que es normal por el tipo de suscriptores que tengo y el contenido de mis emails.
La cosa es que el email del viernes me cuesta el mismo tiempo y esfuerzo de escribir que el cualquier otro día. Así que, en una época de saturación de trabajo en 2.023, tocaba priorizar. Y me cargué el email del viernes.
Es decir, a igualdad de esfuerzo, elimino la acción que menos resultados me trae.
Pues en 2.024, que he tenido muchísimo más trabajo –de esto te hablaré también en el post de la semana que viene- he eliminado otro email más: el del martes.
De esta forma mantengo una muy llevadera frecuencia de tres emails a la semana: dos de venta y uno con el artículo semanal del blog.
De momento, me parece que en mi caso es la frecuencia ideal. El punto en que siento que siempre tengo algo que contar, que no me sale forzado. Además, las bajas se minimizan, probablemente porque se nota en la calidad de los emails.
¿Significa esto que esta frecuencia sea ideal para cualquier negocio personal?
Pues no.
Para nada.
Cada proyecto es de su padre y de su madre. Y sus suscriptores y sus contenidos no tienen nada que ver.
En mi caso, he llegado a esta frecuencia tras probar varias y me noto cómodo con ella. Pero, como pudiste ver en el resumen de Yo pongo el hielo, allí mandamos hasta 8 emails a la semana a los clientes.
Pero es que los resultados en ese proyecto avalan hacerlo así.
Yo tengo clarísimo que, si consiguiera aumentar mi ritmo de captación de suscriptores, el rendimiento de cada email aumentaría. Y, por tanto, me merecería más la pena el esfuerzo.
Pero, mientras ésta no aumente –es un objetivo clarísimo para 2.025- de momento seguiré como estoy.
Y éste es el primer consejo que te ofrezco: el email diario es fantástico, pero no es obligatorio.
Es decir, es un medio para conseguir algo, no un fin en sí mismo.
No “hay que” mandar un email al día, “hay que” vender. Y si es con un email al día estupendo.
Si sientes (y tienes pruebas) de que el tiempo que inviertes en el email estaría mejor invertido en otra cosa, adelante con esa otra cosa.
Así que no lo hagas porque otros lo hagan o te digan que hay que hacerlo. Si tu lista es pequeña, probablemente el rendimiento por cada email también lo sea. Y lo mismo te deberías centrar más en la captación de nuevos suscriptores, por ejemplo.
Ahí te dejo la idea.
Charlas y ponencias en eventos
Te decía al principio que una de las tres vías de actuación para este año era darme a conocer.
Pues bien, una de las formas que más me encajan es mediante ponencias en eventos, ya que te posicionas como experto delante de un buen puñado de clientes potenciales.
Como no me cuesta hablar en público, ofrecer una hora de tu tiempo a cambio de esta exposición, en mi caso compensa.
En 2.024 he tenido unas cuantas, sobre todo con el tema de la aplicación de la IA al ecommerce.
Empecé hablando de ello en febrero en Córdoba en las IV jornadas Piensa en Amarillo, que organizaba la simpatiquísima gente de Amarillo Limón.
Repetí la ponencia un mes después aquí en Málaga en el PrestaShop Tour organizado por los no menos guays Grupo Trevenque y Jorge Marcos de PrestaShop.
En junio me invitaron a hablar del tema en el podcast de Product Hackers, que fue charla que más repercusión tuvo. Y, poco después, en septiembre repetí temática en dos ocasiones en San Telmo, la escuela de negocio de alta dirección, una vez en la sede de Málaga y otra en la de Sevilla.
Además de esto, expuse en otros seis eventos, hablando de negocios digitales y ecommerce.
De hecho, como algunos los realicé un par de veces, para no repetirme demasiado, ni siquiera los he subido la sección de apariciones en medios de la web.
La cosa es que, tras cada evento, mi lista de suscriptores consigue un buen empujón, que es el objetivo.
Eso sí, pese a que los suelo disfrutar bastante, la racha de final de año, con varias ponencias fuera de la ciudad a los que se añadió una formación de dos días en Segovia fue duro. Acabé cansado y con la batería en mínimos.
Y, aun así, ya tengo cerrados dos eventos para este 2.025.
Apariciones en medios
De la mano de lo anterior, también estoy al loro de posibles apariciones en medios, en las que, a cambio de ayudar al periodista con algún tema digital, suelo conseguir como poco un enlace orgánico y de calidad hacia mi web.
En las mejores ocasiones, además, este enlace se acompaña de un buen puñado de tráfico y algún lead. Not bad.
Por eso, éste es otro formato que te recomiendo que pruebes, ya que la relación beneficio / coste a mí me resulta bastante positiva siempre.
SEO
Y si hablamos de enlaces, es buen momento para comentar lo que hecho en SEO en general.
Este año me propuse escribir un artículo por semana en el blog y ha sido una de las palancas que mejor me han funcionado.
Además de SEO de contenidos, realicé algo de link building gratuito, aunque de forma muy tímida.
Este año, sin embargo, le voy a meter una capa de enlaces grande. Y confío en ver resultados más pronto que tarde, ya que la combinación de buen contenido y link building suele funcionar bastante bien.
Otra acción que lo mismo te puedes apuntar.
Entre el email diario y los artículos del blog he estado muy activo en LinkedIn. El año que más, sin lugar a dudas.
La cosa es que, aunque las métricas de mis publicaciones no son muy allá, es un canal que me ha ayudado a conseguir nuevos clientes.
Lo sé porque me decían cosas como:
“Sí, he leído el último artículo y me ha gustado la parte de…”
Coñ*, pues si te ha gustado, dale al Like. O comenta. O comparte, para que llegue a más gente.
Entonces, no sé si lo de que le ha gustado al cliente era verdad o peloteo, pero el caso es que me ha contratado, así que funcionar, me funciona este canal.
La pena es que, cómo no, el vídeo está copando esta red social también. Y está dejando de ser una red de profesionales para ser un Instagram más.
Como yo soy más de texto, veremos si en 2.025 me adapto o la voy abandonando poco a poco. Intentaré lo primero, pero lo cierto es que, viendo la evolución de los últimos tiempos no lo tengo nada claro.
Pero si a ti si te va el tema vídeo, ya sabes.
Participación en membresías
Ésta no te la esperabas, ¿a que no?
Y es que, ¿quién se apunta a una membresía con intención de encontrar clientes?
Yo no, desde luego. Pero es curioso lo que ha pasado con Círculo Copy:
Verás, entré como alumno para aprender IA aplicada al copy y poder emplearla en mi ecommerce Yo pongo el hielo.
Esa era la intención inicial, pero al participar bastante en la comunidad, algunos miembros me solicitaron presupuesto para realizar tanto algún trabajo puntual como consultorías más grandes.
Eso por un lado.
Por otro, los dos fundadores, Rafa Casas y Josely Medina, al tiempo, me ofrecieron entrar con ellos a dirigir el cotarro. Y, como lo de la membresía era algo que yo llevaba rumiando un tiempo, me fue fácil tomar la decisión y aceptar.
Entonces, si unes ambas cuestiones resulta que entrar en esta membresía me ha supuesto:
- Más clientes.
- Darme más a conocer.
- Vender más formaciones online. Porque hay miembros que han comprado uno o varios de mis cursos.
- Y, por supuesto, una nueva vía de ingresos de la que espero mucho.
¿Te suenan las tres primeras?
Sí, son las tres puntas de lanza que te comentaba al principio que tenía que trabajar si quería cambiar mi modelo de negocio.
Y las tres se han dado entrando a una membresía.
Eso me ha hecho apuntarme como nota mental que entrar en otras membresías cuyos miembros sean mi target puede ser una buena forma de captar clientes a futuro (ya te decía antes que mi plan de marketing, normal, normal, no es).
Lo cierto es que, si lo piensas un momento, tiene sentido.
Es muy parecido a cuando doy ponencias en las escuelas de negocio: tras impartirla, tengo en el correo contactos y solicitudes de propuestas el mismo día.
Porque si demuestras autoridad ante una audiencia que valora tus servicios… Blanco y en botella.
De todas formas, como digo, no es algo que me plantee a corto plazo. Es una idea que me vino de repente y que tengo que analizar mucho mejor para ver si realmente puede ser una iniciativa replicable y qué efectos reales puede traerme.
Apalancamiento en otras listas
Ésta ha derivado de la anterior y ha sido totalmente inesperada.
En 2.023 sí que me ofrecí a participar en las newsletters y podcast de varios profesionales a los que sigo.
Ya sabes: tú aportas tus conocimientos sobre un tema y, a cambio, la audiencia del profesional te conoce.
Un win-win en toda regla. Por eso me gusta tanto.
Pero en 2.024 no he tenido tiempo de hacerlo.
Aunque me ha llegado sin buscarlo, ya que Rafa y Josely mis socios y fundadores de Círculo Copy tuvieron a bien mencionarme en sus listas cuando lancé mis formaciones.
Y se notó tela: más leads y más ventas.
Yo traté de devolverles el favor luego, claro. Pero mi lista es mucho más pequeña que la suya, así que estoy seguro de que el impacto no fue, ni de coña, el mismo.
De nuevo, les agradezco desde aquí su acción J
Y a ti te digo: si dominas un tema, busca profesionales con audiencias afines y plantéate este tipo de acciones ya que es una forma estupenda de darse a conocer y conseguir aumentar tus suscriptores.
Y tus ventas, como consecuencia.
El mayor error que puedes cometer
Bueno, pues hasta aquí ha dado el mix de marketing de mi negocio en 2.024.
La verdad es que, al repasarlo, tengo claro que es una mezcla curiosa y que se adapta mucho a mí, que es lo más importante.
Y eso es justo lo que te quiero transmitir aquí:
Creo que, en un negocio personal es insostenible utilizar canales con los que no te sientas cómodo.
Por muy de moda que estén, si no te gusta escribir, no es necesario que envíes un email al día.
Puedes enviar de lunes a viernes.
O un día a la semana.
O no enviar, directamente.
Si escribir un email regulero te lleva tres horas, aunque con la práctica algo mejores, ¿es suficiente como para que esa hora o esas dos te compensen más que ejecutar algún otro tipo de acción?
Piénsalo.
Con las redes sociales pasa lo mismo: si no te gustan -como a mí-, no las uses. Busca otra forma de captación:
- Igual es el SEO.
- Igual es el SEM.
- La afiliación.
- Las llamadas en frío.
No tengo ni idea de tu negocio, ni de lo que se te da bien y te gusta, pero lo que sí te puedo decir es que, hacer algo que no te motiva cada día teniendo alternativas, me parece contraproducente.
Por eso, mi consejo es que primero te pares a pensar en el modelo de captación de clientes que te gusta:
- ¿Redes para captar el email y luego email diario? Estupendo.
- ¿LinkedIn para contactar a posibles clientes? De lujo. Un cliente mío que vende formación a empresas es el ÚNICO canal que usa. Y vive bien.
- ¿SEO y SEM para ser el rey de las SERPs? De momento sigue siendo una excelente opción.
- ¿Te gusta crear contenido audiovisual? Igual es el momento de montar un podcast y un canal de YouTube…
- O lo mismo puedes combinar varios de estos.
Como ves, hay muchas opciones, así que, no te ciñas a lo que has leído que funciona, sino piensa en ti, en tus fortalezas y debilidades y diseña un plan a tu medida y a la de tu negocio.
Eso sí, depende de lo que vendas (servicios presenciales, físicos, formación online) algunas fórmulas son más adecuadas que otras.
Pero la que nunca es adecuada es aquella que no te encaja. Tenlo claro.
Mis planes para 2.025
Pues, aunque estoy muy cómodo con mi modelo actual y los resultados acompañan, siempre hay algo que se puede cambiar o mejorar.
Pero vayamos por partes.
Lo primero es que quiero (r)evolucionar mis vías de ingresos. Que ya te anticipo que van a cambiar (mucho).
De hecho, ya han empezado a hacerlo, puesto que estoy publicitando mi servicio de consultoría y creación de páginas web, que hasta ahora prefería no publicitar.
Señal de cambios.
Y, aunque aquí te he apuntado algunas causas, será en el artículo de la semana que viene en el que te cuento realmente los motivos. Las cifras son como el algodón de Don Limpio: nunca engañan. Y queda bien a las claras el porqué de los cambios.
También quiero seguir creando formaciones online.
Tengo en mente dos bastante ambiciosas, sobre todo una de ellas, ya que no hay nada ni remotamente parecido en el mercado.
Requerirían de mí bastante tiempo de creación y serían distintas a las que he venido sacando hasta ahora. Bastante más caras también.
Como necesito analizar bien la situación, hasta mediados de febrero no me pondría con la primera de ellas, lo que implicaría, siendo realista, que antes de mayo o junio no estaría lista… Si es que no decido sacarla a la venta antes a modo termómetro y lanzarla sólo si hay el suficiente personal interesado.
Ya veremos.
Y vamos con la última pata que tengo en la cabeza:
Quiero seguir formándome (mucho más) en IA. Y, aunque a corto plazo no lo veo, quizá para la última parte del año pruebe a vender algún servicio de automatizaciones e IA.
Va a depender de si los resultados que obtenga mientras me formo y pruebo cosas son realmente profesionales y aplicables a negocios. Y no sólo “molones”, que es la sensación que tengo con algunos de estos servicios de IA.
Pues bien, éste es el resumen que tengo en la cabeza en cuanto a mis productos y servicios. Ahora toca hablar de la otra parte, la del marketing.
En este caso, la línea en principio será bastante continuista y pienso utilizar los mismos canales y acciones, aunque ampliados en dos puntos:
- He empezado ya con el link building de pago para el SEO.
- A LinkedIn tengo que darle una vuelta, porque creo que hay potencial para aprovecharla más de lo que lo estoy haciendo. En función de los resultados, ya veré si sigo o si la abandono, como dejé Twitter, Facebook e Instagram en su momento.
Además, como te comenté al hablar del blog, me gustaría empezar a añadir vídeos a los post de tutoriales, lo que va de la mano crear un canal de YouTube.
Esta sí sería una vía completamente nueva, aunque antes de ponerme a tope con ella, necesito hacer un par o tres de vídeos para analizar el esfuerzo necesario. Porque la creación y edición de vídeo siempre me lleva mucho tiempo y lo mismo no me es viable acometerlo este año…
Cierre
En este post te he destripado una parte fundamental de mi negocio personal: la captación de clientes.
Habrás visto que es un poco particular. Por lo menos yo no conozco a nadie que tenga un mix parecido.
Además, en mi cabeza está en evolución constante, ya que, a diferencia del modelo de Yo pongo el hielo, con el que llevamos trabajando varios años (con variaciones ligeras, pero con una misma base que nos funciona estupendamente), en mi negocio personal todavía no tengo esa sensación de haber encajado las piezas del todo.
También es cierto que en el ecommerce nos ha costado once años llegar a este estado de control total y que yo llevo sólo dos con lo mío. Aunque tengo la intención, claro, de alcanzar esa situación mucho antes.
Y de divertirme por el camino mientras lo consigo.
Porque, en el mundo digital, se viene a jugar.
PD: Por cierto, si quieres saber las cifras de mi negocio en 2.024, en el artículo de la semana que viene te las cuento. Y las recibes en tu correo suscribiéndote aquí.
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