«Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar.»
William Thomson Kelvin (físico y matemático inglés)
Esta cita resume muy bien la forma en que encaro cualquier proyecto digital. Tomar decisiones sin basarse en datos puede funcionar alguna vez en función de la experiencia de quien las toma, pero cuando las decisiones pueden traer consecuencias de gran calado, siempre es mejor contar con información fiable, como son los datos, para tomarlas.
Por ello, la Analítica Digital siempre estará en el medio de toda propuesta de mejora, en cualquier campo que se pretenda optimizar: Marketing, CRO, Inteligencia de Negocio, UX… Afortunadamente, en el entorno Online es relativamente más fácil medir todo lo que necesitemos que en el Offline.
Por otro lado, intento dejar claro desde el primer momento que mi enfoque es el de proponer acciones de mejora. Medir nunca es el fin, sino el medio para mejorar algún aspecto del producto digital.

Siempre orientado a Conversión
Existen distintos tipos de productos digitales, unos con un enfoque de generar negocio (directa o indirectamente) y otros sin él. Cuando un producto digital se crea con una intención de hacer negocio detrás, es cuando cobran relevancia la conversión y la consecución de objetivos.
Y es en estos puntos donde considero que hay que poner el foco desde el primer momento, ya que, si los objetivos están definidos correctamente y alineados con las estrategias de negocio de la empresa, aumentar el número de consecuciones siempre redunda en beneficio para la organización.
Por ello, en la metodología que empleo, el primer paso siempre será definir los objetivos que se pretenden alcanzar y en función de ellos y del presupuesto con el que se cuente, establecer la estrategia digital más adecuada.